Diseño sostenible ¿importa? sí, te diré porqué…
Una duda entre muchos de los empresarios que ya llevan años generando ingresos es si vale o no la pena invertir en diseño sostenible. Claro que vale la pena, pero ¿por qué?
El diseño sostenible se ha convertido en una necesidad imperiosa para abordar los desafíos medioambientales. Este enfoque busca minimizar el impacto negativo en el entorno, integrando prácticas y materiales que fomenten la responsabilidad ambiental a lo largo del ciclo de vida del producto. ¿Conviene invertir en estos materiales? vamos a evaluarlo más a fondo.
En el pasado, me gustaba mucho integrarme en causas sociales relacionadas con el medio ambiente. Cuando una empresa se involucra con causas sociales, crece aunque no genere dinero. Hay cierto crecimiento dentro de un proyecto que, aunque no sea negocio, se vuelve muy satisfactorio. Antes de pensar en si es rentable invertir en materiales ecológicos, deberíamos entender que no somos eternos.
El diseño sostenible abarca desde la elección de materiales reciclados hasta la optimización de procesos de fabricación con menor huella de carbono. Un ejemplo emblemático es el proyecto "The Ocean Cleanup" liderado por Boyan Slat, que utiliza sistemas flotantes para recoger plásticos en los océanos y transformarlos en productos sostenibles. No podríamos afirmar que esto es un buen negocio, pero todos estamos muy agradecidos con esta iniciativa.
En arquitectura, el Bosco Verticale en Milán destaca como un paradigma del diseño sostenible urbano. Estos rascacielos están cubiertos por más de 20,000 árboles y 90,000 plantas, actuando como filtros naturales del aire y reduciendo la energía necesaria para la climatización de los edificios. Quizá no van a volverse millonarios con esta causa, pero les aseguro que la gente de Milán respira mejor que muchos de nosotros.
El diseño sostenible no solo busca mitigar el impacto ambiental, sino también mejorar la calidad de vida. La marca de moda Patagonia, por ejemplo, adopta prácticas sostenibles y promueve la durabilidad de sus productos, alentando a los consumidores a comprar conscientemente y reducir el desperdicio. Quizá sea más barato importar plasticos de dudosa procedencia, pero seguramente para los empleados de esa marca, es más importante ver a sus hijos crecer sanos.
¿Qué mundo queremos heredarle a nuestros hijos, sobrinos, nietos?¿por qué anteponemos la economía antes del bienestar social? en medida de lo posible, deberíamos buscar cómo mantener este tipo de diseño en nuestras empresas, no por lo que pueden generar de dinero, sino por nuestros propios valores como seres humanos.
Entendemos la relevancia del dinero, de los negocios y de la economía en general, pero valdría la pena evaluar bajar un poquito el margen de utilidad con tal de lograr desafíos como los mencionados anteriormente.
Estos ejemplos destacan cómo el diseño sostenible no solo es posible, sino también esencial para un futuro más equilibrado y respetuoso con el planeta. La innovación en diseño no solo debe ser estéticamente atractiva, sino también ética y ambientalmente consciente.
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